2.7. Costumbre de los mayos y de coger el mayo.
La Fiesta de Os Maios son las construcciones vegetales que el primer fin de semana de Mayo llenan las plazas en, toda Galicia.
Compuestas de naranjas, maíz, flores, "carriza, carrabouxos" y mucha imaginación para alejar las pestes, plagas y males de la cosecha y además hacernos reír con sus coplas.
Cada primero de Mayo la vegetación sale a la calle en forma de "Maio" -construcción de diferentes formas hecha de elementos vegetales en función de la zona en la que se elabora y que puede ser tradicionales o artísticos. Os maios se gestaron para invocar el crecimiento de las plantas cultivadas y para protegerlas de posibles amenazas naturales como ratones, topos... o las sobrenaturales, las siempre temidas meigas que con sus poderes pueden echar un mal de ojo a la cosecha.
Aunque empezaron siendo fiestas propiamente vegetales han ido incorporando con el tiempo bailes y coplas con carácter satírico, completando así el sentido popular de la fiesta.
En este pueblo se tiene la costumbre de ir a coger el mayo ( es una xesta toda llena de flores amarillas) la recolección se realiza antes de que salga el Sol del día 1 de mayo, esta planta se colocará en toda clase de lugares por donde la persona entre a su casa, coche, tractor, garaje, cancilla, puertas, etc, es para protegerlos durante todo el año y que no tengan contratiempos (aquí se dice para que no estes amaiado) esto quiere decir que no tengas pereza durante todo el año y que no te sucedan cosas malas.
2.8. Costumbre de la noche de San Juan y leyendas.
La víspera del 24 de junio representa el triunfo de la luz sobre las tinieblas. Es el solsticio de verano ( 21 de junio), cuando el día es más largo y la noche más corta. A partir de esa fecha los días empiezan a menguar. Es la única noche en la que reinan las fuerzas secretas de la naturaleza, lo que le confiere el carácter de una noche mágica, donde es posible que ocurran cosas que en fechas normales no podrían suceder, por eso es una noche propicia para las curaciones, las adivinaciones, los oráculos y otros prodigios.
Así, las hogueras de San Juan rememoran el día más largo del año, el solsticio de verano. En esta noche se recogen hierbas aromáticas (herba de San Xoán) que se deja en agua toda la noche a la intemperie para lavarse con ellas a primera hora del día siguiente, se salta tres veces por encima del fuego para purificarse y obtener salud todo el año, se colocan determinadas plantas en las ventanas y puertas para impedir la entrada de malos espíritus ola acción maléfica de brujas y otras entidades oscuras. Las muchachas que querían conocer cuál sería el oficio de su futuro marido dejaban un vaso de agua al sereno, la víspera de San Juan, en el que habían echado una clara de huevo y una yema. A la mañana siguiente, según la forma que hubiese adoptado el preparado (bien la forma de un barco o de alguna herramienta, por ejemplo) se podría adivinar el oficio del futuro esposo.
También se aprovecha la oscuridad de la noche para robar y esconder cancelas y aperos de labranza que después dejaban dispersos por la zona, con estos actos el caos de una noche bruja en la que todo podía pasar, de una noche en la que caen los velos que separan el mundo de los vivos del mundo de los muertos.
En el amanecer del día de San Juan el Sol baila en el cielo. Popularmente se dice que baila de felicidad por la fiesta del Santo. Cuentan que los paisanos para ver mejor ese baile solar lo hacían mirando a través de una peneira o después de lavarse en agua con flores. No es el único prodigio que ocurre este día. Las mouras y donas que habitan en las fuentes encantadas y las lavandeiras salen de sus escondites y se dejan ver en la noche de San Juan.
2.9. El lunes de Pascua ir a merendar O Con da Ventureira.
Desde pequeños sabemos que en los pueblos cercanos el lunes de Pascua es para ir de Romaría a la Virxe das Cabezas na Armenteira, acampar allí, ir a oír una misa o ir a la Fiesta.
Pero nosotros los de Sanxenxo tenemos especial predilección por ir a nuestra piedra tradicional y comer allí lo que nuestros padrinos nos han regalado que son las roscas, los bizcochos y los bollos con huevos, todo ello en un paraje incomparable como es el Con Da Ventureira.
La fabulosa piedra, donde acuden todos los años, coincidiendo en el Lunes de Pascua, numerosos vecinos para realizar, alrededor de la gran piedra, una comida campestre ( o día do Con) en la que no faltan las roscas y los bollos preñados de huevos. Existe la costumbre entre los jóvenes del lugar de demostrar su habilidad intentando subir al Con, con la ayuda de una pértiga. Aquel que lo consigue es digno de admiración, por la dificultad que supone coronar tan grande roca. También suelen ir los gaiteiros a amenizar un poco el tiempo allí, suelen cantar y se preparan para una tarde de distracción y recreo.
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